Con la llegada de la primavera, los cultivos entran en una etapa clave para su desarrollo. Es el momento en el que las plantas despiertan del letargo invernal y comienzan a crecer con fuerza. Pero, ¿están realmente preparadas para aprovechar al máximo esta temporada? Aquí es donde entra en juego la importancia del tratamiento primaveral.
¿Por qué es crucial esta etapa?
Durante la primavera, las condiciones climáticas son ideales para el desarrollo vegetal: días más largos, temperaturas más suaves y mayor actividad biológica en el suelo. Sin embargo, sin una nutrición adecuada, este potencial puede desaprovecharse.
Macronutrientes esenciales:
Un buen tratamiento debe incluir nutrientes clave como:
- Nitrógeno (N16): Fundamental para el crecimiento vegetativo.
- Fósforo y Potasio (PK 20-20): Vitales para el desarrollo radicular, floración y resistencia.
¿Tu cultivo está recibiendo lo que necesita?
No basta con los macronutrientes. Los microelementos como boro, zinc y magnesio son igual de importantes para corregir deficiencias y asegurar un crecimiento equilibrado y saludable.
Atención especial al cobre:
Durante la primavera, la humedad y el aumento de temperatura favorecen la aparición de enfermedades fúngicas. El cobre es esencial para proteger tus cultivos contra estos patógenos, actuando como un escudo natural.
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La primavera es una oportunidad. Aprovechala con el tratamiento correcto y cuida tu cosecha desde el inicio. 🌿